Pasodoble, marcha española en compás
de 2/4 y tempo allegro moderato, frecuentemente en tono menor, utilizada
indistintamente para desfiles militares y espectáculos taurinos. En la década de
1920 se popularizó como baile y muchos de ellos tenían letra. Forma parte
fundamental del repertorio de las bandas de música españolas y son muy típicos
los pasodobles toreros, dedicados a prominentes figuras taurinas.
Suele
constar de un primer periodo, a modo de introducción, sobre el acorde de
dominante, al que sigue la sección más importante, en la tonalidad principal. A
ésta sucede una segunda parte, que podría considerarse como el tradicional trío
de las marchas, siempre en tonalidad mayor. Su preparación en la dominante y
modo menor está muy relacionada con el modo frigio típico del cante andaluz, con
melodía frecuentemente aflamencada. Algunas veces emplean el compás de 6/8,
típico de otras marchas del siglo XIX, como la "quickmarch" anglosajona.
Su baile
es muy sencillo, basado en parejas que se mueven al ritmo de marcha. Entre los
más conocidos figuran "Suspiros de España", auténtica obra maestra; "Gallito",
"Manolete", prototipos del pasodoble taurino; "España cañí", "Pan y toros", "En
er mundo", "Islas Canarias", "Soldadito español", "La parrala", "Francisco
Alegre y olé", "La luna es una mujer", "El beso" y "Los nardos".
Sabías que...el
16 de Noviembre de 1966, veintisiete años después de que dejase de sonar la
música en la Monumental de Las Ventas, de Madrid, sonó de nuevo en honor del
matador de toros Antonio Mejías, "Bienvenida".
En aquella ocasión actuó como único espada y tras
banderillear al sexto toro de la tarde con tres soberbios pares de banderillas,
brindó la muerte de su último toro a su hermano Pepe y la Banda de Música, con
el permiso del presidente, interpretó un pasodoble torero.